Bueno, pues hoy (por este martes) ha presentado Franco la LIGA ELLAS, con el anuncio, como siempre el anuncio, de la profesionalización del fútbol femenino para mediados de mes. Esperaremos que al menos aparezca Godot.
Ha sido un brindis amargo la celebración de la Copa de la Reina ausente. Ni Letizia ni Leonor, que está de pinitos reales, se han dignado a aparecer por la celebración que ostenta su nombre. Un real plante ante una gesta de triplete por parte del Barcelona femenino, que ha hecho historia en el fútbol femenino.
Y ahora, que es cuando más necesitamos apoyo y visibilidad a la mujer en el deporte, ausencia. Si fuera el equipo masculino el que estuviera a punto de hacerse con la Copa del Rey y poner triplete de éxitos en la temporada, seguro que SM Felipe VI estaría en la grada disfrutando. Y apoyando. Y dando los réditos reales de que reina para toda la ciudadanía. Se conoce que las mujeres somos súbditas de segunda y no merecemos esos dispendios reales.
El que tampoco apareció, fue el presidente de la Federación de fútbol. Rubiales, que también es el presidente del fútbol femenino, y del que cobra de las arcas federativas además de dietas, coche y un piso en Madrid entre sueldos, de alta dirección con una retribución bruta anual de 1.854.779 entre los años 2017 y 18. Querríamos darles los datos de ahora, con lo que se negocia también del futbol femenino, pero desde entonces la transparencia de la web de la RFEF no se ha actualizado. No sabemos por qué. Será que el becario se despidió por que no le pagaban ni el abono transporte. O le habrán ascendido.
Pues ni súbditas ni representadas. La Copa de la Reina un día peinará canas y nos acordaremos de estos momentos. Mientras unos hacen mutis, otros hacen caja. El fútbol femenino es otra de esas gallinas que hay que explotar. Mientras, nosotras, hacemos grandes goles y nos ponemos camisetas orgullosas de haber conquistado el césped. Eso sí, algunas jugadoras tienen algo parecido a un curso de formación en su club, por el que perciben la maravillosa suma de 50 euros mensuales. Estarán contentas y se sentirán profesionales en la liga Reto. Las de la liga energética (pon la lavadora a las 3 AM), seguían con los 16.000 euros y la parcialidad.
En la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) nos preguntamos, ¿qué es lo que está fallando? Por qué vienen jugadoras que firman contratos y no saben ni qué significa lo que firman. Otras, que no se entere el entrenador que tienen representante. Otras, orgullosas de sus cargos federativos donde se dejan el alma y la vida, pasean sin ni siquiera contrato que les respalde su profesionalidad, pero la federación de turno pone un ‘check’ en la cuota de mujeres y a recibir subvenciones. Públicas.
El orgullo de haber llegado a llenar el Wanda nos nubla la razón. Un partido sin el convenio firmado, pero había que pisar césped. La realidad de muchas jugadoras y mujeres que aman el fútbol se parece mucho al síndrome de Estocolmo. No pueden escapar porque no ven dónde están. Ni quienes son sus guardianes. Aquellos que velan por sus intereses, son los mismos que las atemorizan con no ser convocadas y que no protesten. Hay algunas escenas que se repiten. Y con demasiada frecuencia.
Las violencias contra las mujeres tienen mucho en común. Algunas tardarán en darse cuenta de qué está pasando. Mientras muchos se llenan los bolsillos con su trabajo, su profesionalidad será un titular vacío. La mano que mueve los hilos de los derechos audiovisuales es la mano que toca el bolsillo repleto de dinero. Y mueve el mundo deportivo.
La cesión de derechos de imagen, el valor de la marca como deportistas… regalado sin rechistar. Lo hemos dicho muchas veces, y esperamos que la radio y la televisión pública emita deporte femenino en igualdad de tiempo y condiciones de parrilla. Pero las escaletas de los informativos deportivos y los programas de fin de semana se llenan de voces masculinas, que bien pagadas con dineros públicos, relatan las gestas masculinas.
Nuestras letanías tienen otros ruegos, la de poder llegar a fin de mes. La de entender el valor del trabajo. De no tener miedo a una vindicación salarial. A unos derechos equiparados. A cotizar en la seguridad social. A tener un buen seguro médico en caso de lesión. A ser convocadas por nuestro talento. A ser madres. A que las mujeres, de verdad, salgan de verdad a buscar su camino, y dejen de ser víctimas de una violencia instaurada en el deporte.
Veo en Eurosport el campeonato de Europa de Skeet, donde el comentarista totalmente desinformado dice que no hay mujeres. En fin. Nombran a Pilar Calvo, como si hubiera dejado el tiro. Ella sigue en activo y de hecho acaba de hacer récord de España en el último campeonato en Irún. Pero la Federación de tiro ha decidido no convocarla, y perder así la oportunidad de tener posibilidad de una plaza olímpica. Como a María Quintanal tampoco la han llevado para optar a otra plaza. Han llevado a una tiradora que ya tiene plaza y bien ganada en Tokio. Fátima Gálvez. Una mala gestión de la RFEDETO con nuestras atletas. Por cierto, Carolina Marín se ha lesionado y no podrá participar en Tokio. Así de efímero es el deporte.
Cuídense ahí fuera.