Es por ponerle un nombre más adecuado a los tiempos que corren. Y de correr ha sido la producción de la vacuna COVID. Ese virus que tanto ha trastocado nuestras vidas. Así, a nivel planetario y nos hemos puesto de acuerdo para cerrar filas frente al virus y a hacer una vacuna para pararlo.
No es por quitar hierro, solo poner una nota de humor irónico. ¿Habrá vacuna para el MACHISMO-19? Lo digo porque realmente necesitamos que se solucione en tiempo récord ya que también es planetario el problema y también causa pérdidas económicas y un número inaceptable de mujeres que mueren a manos de asesinos. Cada día y en cada país. Además, seguimos permitiendo una trata de mujeres para acabar en manos de hombres que quieren sexo. Sexo. Da igual. Ellos pagan.
Los datos ya los tenemos. El diagnóstico está hecho. Ahora falta el tratamiento y debería ser de choque. La educación es necesaria desde la base. Pero en las zonas altas, el tratamiento debe de ser más fuerte o no acabaremos con estas estructuras fortalecidas dentro del sistema de privilegios patriarcales.
Me voy al deporte que es lo mío. 30 años de Ley del Deporte. Hace 30 años el Oscar lo ganó ‘Bailando con Lobos’. Se estrenaba la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona serían una realidad al año siguiente. ¡Qué disfrute de deporte! De juegos, competición y tantas otras instalaciones y pebeteros que nos llenaban de orgullo patrio. Hace treinta años. 30. Estábamos a la vanguardia. O eso creíamos.
Lo cierto es que después de tres décadas ya no podemos más. Ni con las desigualdades ni con esta Ley. Ni con otras muchas. En la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP) acabamos de presentar un estudio de derecho comparado sobre legislación deportiva. Hemos examinado las legislaciones de cinco países europeos Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido y cinco iberoamericanos -Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú-, para comparar cómo se recoge la igualdad de las mujeres en el deporte. La realidad es que las mujeres continúan invisibilizadas y desprotegidas. Aún cuando existen leyes que sobre el papel que ‘garantizan’ la igualdad de derechos y oportunidades, su incumplimiento no acarrea ningún tipo de sanción, por lo que, en términos generales, no se aplican. ‘Promover el Trato Justo y Equitativo de las Mujeres como deportistas Profesionales’ es el estudio, y aquí les dejo el link para que lo lean.
Del papel a la vida cotidiana hay un abismo que no vamos a salvar si no actuamos con más energía, determinación y la firme convicción de que se han acabado los privilegios de no compartir. Hay acciones que nos llevan de la mano a la meta de la igualdad. Las estamos viendo, pero aún así, la resistencia a cambiar actitudes y estatus solo será por imposición legal. No tenemos un horizonte claro, el último informe de la situación de la Agenda 2030 es que el ODS nº 5 es el que más retrasado está. Parece que avanzamos, pero es un espejismo.
Como diría Fernando Simón, es que nos hemos relajado y la curva del machismo se resiste a ser doblegada. Hay que establecer una aplicación de medidas. Urgentes. Qué cambien el ritmo de propagación y podamos estar representadas en todos y cada uno de los estamentos al 50%. Aplicar la Ley de Igualdad y reformar con urgencia la obsoleta Ley del Deporte. Y de paso, el resto de la sociedad. Si esto no nos sirve, quizá tendremos que empezar a pensar en la vacuna y tener una inmunidad de rebaño para acabar con el MACHISMO-19.