o digo sin ánimo de ofender a nadie, pero sí con el deseo de abrir un debate ahora que se está poniendo la ley trans estatal sobre la mesa. Vayamos por partes. «Todo ser humano tiene el derecho fundamental de acceder a la educación física, la actividad física y el deporte sin discriminación alguna». Carta internacional de la educación física, la actividad física y el deporte (Unesco, 2015).
Defendemos los derechos por encima de todo, pero sin aplicaciones reales en este país. Les cuento que, en la asociación, hemos visto varios casos de jugadoras que no han podido competir en ligas nacionales por que no existe una legislación que las ampare. Jugadoras trans que con su ficha federativa de la CA que, sí tiene una ley trans, pero que, a la hora de una competición nacional, no les han permitido jugar. UPS, el CSD no se ha pronunciado pero la federación sí. Y no ha jugado.
Tenemos el caso inverso. Un ciclista trans, al que la federación nacional le ha dado su beneplácito para poder competir en todo el territorio. No hay problema. ¿Por qué estas diferencias? Por una cuestión de físico. El deporte, quitando que la gimnasia rítmica y la natación sincronizada que eran un terreno femenino ahora tienen categorías mixtas… casi todos los deportes, con alguna excepción como el tiro olímpico no permiten estas categorías. Ni en el ajedrez hay mixtos. Y eso que la condición física no es garante de ventaja. El atletismo está viviendo un posicionamiento sobre la competición de hombres que se declaran trans y que compiten contra mujeres. Además, tenemos el caso de Semenya, que por su condición natural de intersexual, el COI la obliga a medicarse para bajar sus niveles de testosterona. Aunque sean naturales.
Abro el debate para poner sobre la mesa el deporte de alta competición y el sexo sentido. En un trabajo que no sea deportivo ni que tu cuerpo masculino te dé una ventaja sobre las mujeres, ¿hay que marcar reglas? ¿Vamos a abrir una ley que permita a atletas usar la ventaja de su testosterona para ganar medallas en una competición de mujeres? Aquí las mujeres perdemos. Si es al revés, el caso de una mujer que tiene el sexo sentido masculino y quiere competir con hombres, es improbable que su condición física de mujer sea una ventaja. Pero al revés, me temo que sí.
Es hora de abrir melones para esta ley trans que queremos hacer. Tomando consideraciones desde todos los ámbitos para que nadie salga perjudicado. Para que el deporte, nos siga haciendo más grandes, pero con algunas consideraciones cuando hablamos de alta competición. Las reglas de juego tienen que garantizar las mismas oportunidades. Sé que es complejo. Pero en algún momento teníamos que ponernos a hablar de esto. Estoy segura de que habrá una solución en algún lugar bajo el arco iris trans. Pero todavía no la hemos encontrado. Y si queremos una ley real, habrá que ponerlo sobre la mesa.