¿De verdad que nos vamos a elecciones porque al gobierno en funciones no le ha gustado el resultado, legítimo y democrático, de los anteriores comicios? ¿Quieren que votemos algo que les guste? Comparto el estupor y la indignación de mis compatriotas ante tanta desfachatez en funciones. Con un país paralizado y a golpe de decreto. Con los presupuestos de Montoro y sin actividad parlamentaria. Una vergüenza que espero que pase factura electoral por tanto asesor iluminado.
Este terreno, limitado al mundo masculino, hace aguas para una gobernanza que ponga sobre la mesa la urgencia de los problemas reales que tenemos que tratar. Hay mucho miedo a perder el escaño del poder y poco sentido de estado. Aquí los señores se vuelven a presentar y a decidir las políticas que afectan a toda la ciudadanía. No sabemos si les va a gustar este resultado. Veremos.
Otro de los iluminados, es el otro presidente de AFE y ahora de la RFEF. Ya saben a quién me refiero. A este gran pensador que apuesta por llevar la Supercopa de España en Arabia Saudí.
Un país al que le vendemos armas para que masacren Yemen y que asesina a periodistas. Entre otras de sus lindezas, no deja entrar a las mujeres a los estadios a no ser que estén acompañadas por un hombre. ¿Qué vamos a hacer? ¿Decirles a las hinchadas de mujeres que se queden en casa? ¿Será por eso que no podemos tener mujeres árbitras ni entrenadoras? No podrían entrar en el estadio ni hacer su trabajo en condiciones de igualdad. ¿Y si llevamos a un jugador trans o gay? ¿Qué hacemos? ¿Le dejamos en casa? ¿Y si la entrenadora es lesbiana? A ver si empezamos a trabajar por los derechos de las personas y definimos de verdad los valores del deporte y empezamos a aplicar de paso, los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Porque algunos, ni con la pegatina se enteran.
¿Vamos a desplazar a cientos de aficionados desde España para que gasten sus ahorros en un país donde los derechos humanos dependen de unos señores y de su humor? Por no hablar del cambio climático y la huella ecológica que esto tiene. Rubiales debería de revisar sus indicadores sostenibles con esta propuesta de iluminado.
Arabia Saudí no deja a las mujeres ser ciudadanas en igualdad. Bien debería Rubiales quedarse en su oficina y ponerse a trabajar para que las jugadoras tengan un convenio donde se las reconozca como profesionales. Que llevamos unos años de retraso y eso lleva una pérdida económica para todas y cada una de ellas.
Debería dejar de jugar a ser vendedor de viajes a países sin derechos y de ayudarles a blanquear su imagen, y empezar a trabajar para que las radios y televisiones públicas, y sobre todo los informativos, repartan su espacio al 50% entre mujeres y hombres. Y de paso, en todos los deportes.
Estamos cansadas de federaciones y clubes gobernados por señores que no aplican la ley de igualdad. Estamos cansadas de abrir caminos en territorios limitados a los hombres en donde ellos campan a sus anchas. Tenemos leyes y exigencias de gobierno y deberían de cumplirlas.
Seguimos con 66 federaciones nacionales donde las mujeres apenas son 2. Seguimos con un tejido de técnicos dentro de las federaciones donde las mujeres no llegan al 14%. Y de ellas, una gran mayoría en temas administrativos.
Empiezan las elecciones federativas y seguiremos con señores perpetuándose y dirigiendo desde su sistema patriarcal el cotarro con dinero público. Y si acaso, nos darán alguna migaja para que nos contentemos en forma de Mujer y Deporte, con un presupuesto mínimo de lo que nos corresponde.
Mientras, seguimos esperando que esos hombres, que se llaman feministas, apuesten por acabar con la violencia hacia las mujeres. La física, la económica y la institucional. Porque no os estamos viendo pelear de nuestro lado, ni exigir que tengamos los mismos derechos, que disfrutáis por el simple hecho de haber nacido hombres. No hemos visto a nadie protestar porque ninguna mujer ha entrado en el Supremo, habiendo mujeres con mejor currículo que los elegidos patriarcalmente. No vemos a ningún compañero indignado. Ningún artículo hablando de la ley de igualdad o de las cuotas. No vemos a ningún hombre dando un paso atrás y empujando a una mujer para que lidere. No os vemos. Y ya no os esperamos.
Y a vosotras, que sé de vuestro cansancio ante este sistema os pregunto ¿De verdad no hay nada que hacer?