Gracias por denunciar. Por llamanos y ver que tenemos que seguir quejándonos. Tenemos otra discriminación por ser mujer. Fátima Gálvez es apartada de la final del grand Prix por el hecho de ser mujer. Es muy duro en este país ser mujer deportista y querer ser profesional. Cada día, cada semana hablamos con ayuntamientos y con empresas para que nos cuenten cuales son sus políticas de igualdad. Están organizando concursos absolutamente discriminatorios.
Fátima, una de nuestras mejores tiradoras con un palmarés internacional, olímpico y mundiales, no ha podido tirar una final general por ser mujer. Estamos hartas, cansadas, cabreadas y muy decepcionadas con las instituciones que siguen permitiendo estas discriminaciones.
CINCO OROS, SIETE PLATAS Y SIETE BRONCES…
DOS DIPLOMAS OLÍMPICOS.
Campeonatos del mundo, europeos, mundiales… y es sacada de la final general que daba 600 euros de premio. Cuando tenía más puntuación. Cuando era la segunda en la general. Por ser mujer.
Hablamos esta mañana con un periodista que nos vuelve a preguntar por las razones de la precariedad de las mujeres en el deporte. Creo que es hora de hablar de la culpa que tienen los hombres que siguen perpetuando estas situaciones. Los hombres que no denuncian estas irregularidades. Los hombres que siguen amarrados a sus privilegios, arrancados a nuestros derechos.
El problema, sigue siendo el reparto. El deporte en este país es una mesa donde hay sillas ocupadas por seis hombres que hablan y defienden su estatus quo, sus dineros y sus privilegios. Estamos pidiendo un reparto de esas sillas. Al 50%. El problema es que ninguno quiere moverse. Así llevamos años, los mismos que la ley del deporte nos ningunea. Los mismos que la ley de igualdad no se aplica. El problema es que ninguno lo hace. Ninguno de ellos quiere irse. Solo buenas palabras. Ya estáis consiguiendo cosas, estáis mucho mejor que antes, nos repiten como una letanía para seguir adormeciéndonos.
Conseguimos seguir estando engañadas, discriminadas y a punto de abandonar todo. Los hombres sois los culpables. Sois los que estáis en las federaciones, en los clubes en las instituciones y no hacéis nada. Sois los que veis estas discriminaciones, y no hacéis nada. Y o empezáis a hacer algo, a denunciar, a exigir, o seguiremos igual.
…
Con enorme tristeza e incredulidad me veo obligada a hacer pública la tan desagradable y discriminatoria situación en la que me he visto envuelta durante mi participación en el Gran Prix Costa del Sol, una tirada celebrada este fin de semana en el Club de Tiro Olímpico de Jarapalo (Málaga).
Como mujer practicante de un deporte en el que los hombres son mayoría, no han sido pocas las barreras y prejuicios que he podido encontrar en mi camino, pero hasta la fecha nunca me había visto envuelta de manera directa en lo que entiendo como un episodio claro de machismo y discriminación en una competición que dice regirse por el reglamento de la Federación Internacional de Tiro.
Como en tantas y tantas tiradas de este tipo en las que he participado durante años, me inscribí en la categoría de Damas por mi condición de mujer, como es habitual en las competiciones que no son de la Federación Española pero con la idea de optar a la clasificación general, algo que nunca en mi trayectoria ha resultado un problema en un deporte en el que hombres y mujeres competimos en total condición de igualdad, pues el manejo de la escopeta no entiende de género, y que además es perfectamente legal.
Tras acabar segunda en la fase de clasificación general, mi sorpresa llega cuando ante la intervención de algunos tiradores, cuyos registros fueron peores que los míos, los jueces deciden dejarme fuera de la final General y me instan a competir en la final de Damas, en la que los premios en juego son mucho menores y en la que el nivel competitivo también desciende, algo que perjudica también a la planificación deportiva programada junto a mi entrenador.
El motivo que me dieron los jueces para excluirme de la final General es una deliberación posterior a mi participación, no una norma establecida antes del arranque de la prueba.
Además, esa supuesta norma de los jueces que me impedía competir con los mejores de la prueba no aparece especificada en los carteles anunciadores ni fue comunicada en el momento de la inscripción. Tampoco es un problema que me haya encontrado antes en mi trayectoria en el tiro. Como ya he dicho, si por algo se caracteriza el tiro es por ser un deporte en el que la igualdad es total y en el que hombres y mujeres compartimos podios sin problema y hasta con orgullo. Esos son los valores de nuestro deporte y no los que otros intentan imponer.
Tras la desagradable situación que me he encontrado en el Club de Tiro Olímpico de Jarapalo, por mi dignidad y las de mis compañeras, me he visto obligada a renunciar a la competición, de la que me marché sin participar ni en la final General ni en la final de Damas, y profundamente decepcionada.
Siempre fui enemiga de las injusticias y las discriminaciones de este tipo, pero me parece aún más indignante que en pleno 2018, cuando la concienciación contra la discriminación por género está más presente que nunca, se sigan produciendo incidentes como el que hoy me ha tocado vivir.
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