Marta Lliteras ha llegado a la AMDP con una energía imparable, y eso nos gusta. Aquí tenemos capacidad para empezar a construir nuevos puentes en la igualdad. Por eso, cuando Marta apareció, llegó con la convicción de poder aportar y de ser parte del proceso de crecimiento que tenemos en esta asociación. Le hemos pedido una pequeña reflexión para que nos vayamos conociendo entre todas y esta es su propuesta para ligar.
Bienvenida a la ligazón.
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ME ENCANTA LIGAR
Soy una ensalada difícil de definir, es esa falsa humildad que estoy deconstruyendo en los ambientes masculinos que me muevo. Voy a hacer el ejercicio básico de inseguridad cotidiano, soy Licenciada en Ciencias Políticas de la Administración; Máster en Gestión y Dirección en Recursos Humanos; jugadora internacional de la Selección Española de Rugby; Campeona de Europa; seleccionadora Balear; Directora deportiva del C.R. Majadahonda (hasta hace unos días); en 2017: premio Fútbol por la igualdad; ciudadana destacada mallorquina y Mejor técnica Balear en la Gala del deporte. Y antes de que se me olvide, pin olímpico Río 2016 Actualmente soy cofundadora de All&Go; autónoma; empresaria; experta en innovación deportiva y entrenadora de un equipo sénior masculino de rugby. No tengo 200 años, sí 34, con brackets, despeinada y fuera de mi isla resido en Madrid. Mi transversalidad en todo mi recorrido y mi gasolina es contribuir en mi entorno a la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el ámbito deportivo y me chifla lo que hago.
He estado federada 23 años y 11 entrenando equipos. Me ha costado entender qué los obstáculos que he ido encontrando y por mi carácter los traducía siempre como retos. No es por mi modalidad deportiva esas barreras, sino que mis compañeras de profesión de otros deportes les resuena la misma canción.
Soy curiosa y esa virtud me lleva a vencer mi timidez y preguntar a otras entrenadoras cómo lo llevan y casi siempre respondemos con la boca pequeña, bien. Y si ahondas: bien jodidas, aunque doy gracias por estar. Sea aquí o en Hibernalia, sean de deportes individuales o colectivos, remunerados o no, ‘femeninos’ o no (entiéndase mi ironía estereotipada) la melodía es la misma, puede variar la letra, pero no la música.
Respóndeme con sinceridad y ojalá me contradiga, tener la razón cansa y en este tema más: ¿cuántas entrenadoras conoces?, seguro que acierto: conoces mujeres potentes apasionadas que llevan deporte base, las más suertudas, primeras entrenadoras sobretodo de los ‘típicos’ con más licencias femeninas qué otros, unas pocas llevan a equipos femeninos sénior o jugadoras individuales, anecdóticas, las técnicas que entrenan a mujeres de primeras divisiones, sobretodo del top cuatro de sus ligas y excepcionales o minoritarias: mujeres que están al frente de juveniles o sénior masculinos y menos aún en divisiones principales o profesionales, alguna superviviente cómo segundas entrenadoras, meritazo. El deporte no tiene género, ¿en serio?.
He superado el mito de ochocientos quilos de responsabilidad en mis hombros de ser una superwoman, de ser pionera, luchadora, fuerte, me cansé y decidí apostar por lo que me definieron una vez liderazgo vulnerable. Me dolió, ahora me encanta. Mostrarme cómo soy y no tener que ejercer un rol en el que no me siento cómoda y para el que no sirvo. Me gusta escuchar, mirar, observar y disfrutar, ¿qué puedo aportar?. Amo sacar el talento individual y sumarlo al colectivo. Me cuesta enfadarme y reaccionar con inmediatez a actuaciones autoritarias por parte de gente que está por encima de mi, estoy deconstruyendo de a poquito a aflojar mi auto exigencia, esa ineficiencia de la ser la entrenadora perfecta, porque cuando más aprendo es cuándo me equivoco, cuando me expongo, cuándo decido alzar la voz y no ser políticamente correcta o la actriz secundaria por excelencia.
He querido hacer muchas cosas sola, porque creía que así estaba, hasta que empecé a asociarme, a coger gente que supiera más que yo y hacer equipos maravillosos de gente que estaba alineada con mis ‘locuras’ para mi madre o proyectazos para mi misma y empecé a valorar y a ser conocedora de lo que verdaderamente es trabajar como un equipo, para el equipo y proporcionar este liderazgo circular.
Llegué a un punto de estancarme y tener más hambre y empecé a ofertarme para emprender mi viaje de llegar a lo más alto que pudiera y arrimarme a eminencias que en mi deporte son mayoritariamente hombres. Las busqué primero a ellas, pero mis modelos de entrenadoras potentes lo están dejando, o están en otros planos aunque cerca del rugby por maternidad, por frustraciones, por cansancio, por horarios, por no remuneración, falta de reconocimiento, de ofertas… ¿alguna víctima en la sala?. Reflexionemos.
Afiliarme a la Asociación de Mujeres y Deporte Profesional me ha facilitado una ventana como hace un mes me lo dio participar en el Primer Foro Mujeres Que Marcan, poniendo medios para ser altavoz y poder encontrar estrategias de afrontar situaciones comunes a muchas.
He venido a acompañar un escenario cada vez más optimista, quedan muchas defensas que atacar para que la mujer este dentro de los staffs cómo un hecho normalizado, estamos en ello.
No quiero que nadie nos escoja por ser mujer, los muchachos a los que entreno del Club de Rugby Majadahonda lo tienen claro: lo único que quieren es una persona que esté capacitada, que les haga divertirse y les contagie la pasión por el deporte qué hemos elegido.
Estoy convencida que ligar ingredientes pueden hacer brillar esa mezcla. Ser integrante la Comisión de Técnicas Nacional de AMDP hace qué nos encontremos profesionales que hablamos el mismo idioma, empatizamos las dificultades que acarrea estar en esferas masculinas por el momento y poder compartir anécdotas, soluciones o buenas prácticas de clubs pioneros pueden hacernos crecer o no sentirnos tan solas. El poder de asociarse tiene unas ventajas maravillosas que nos hace seguir construyendo un camino que juntas es mucho más enriquecedor y satisfactorio, y ya verás lo que puede evolucionar involucrar a muchos hombres valientes que piensan como nosotras.
Foto Portada Luz Fierro.
Fotos artículo Jaime Díaz, Pilar García.
Me encanta 🙂