Tal día como hoy, un 23 de marzo de 1895, se jugó el primer partido de fútbol femenino de la historia, del que se tenga noticia. El encuentro se jugó en Crouch End ante 10.000 espectadores y tras el llegaron cientos de partidos.
El pasado sábado 17 de marzo de 2018, vivíamos con alegría el derbi jugado en el Wanda Metropolitano entre el Atlético de Madrid Féminas y el Madrid CFF. 22.202 espectadores acudieron a ver este choque que terminó en tablas, empate a dos goles, pero que tuvo una mayor asistencia de público que la mayoría de los partidos de la Primera División masculina que se jugaron en la misma jornada.
Solo el FC Barcelona, Real Madrid, Betis y Valencia fueron capaces de superar en espectadores al derbi madrileño de la Primera División femenina.
Leganés – Sevilla 9.204
Levante-Eibar 15.405
Real Sociedad-Getafe 17.487
Celta -Málaga 17.533
Deportivo-Las Palmas 18.966
Villarreal – Atlético de Madrid 19.070
Betis – Español 31.311
Valencia -Alavés 35.413
FC Barcelona – Ath. Bilbao 82.312
Real Madrid – Girona 59.205
Todo esto nos lleva a recordar aquel primer partido femenino de fútbol de la historia y lo que ocurrió después.
Nettie Honeyball fue la capitana y secretaria del primer equipo británico de fútbol, el British Ladies Football Club, creado en 1894. Jugaron muchos partidos en los que llenaban los estadios y se recaudaban buenas entradas.
El club estaba presidido por una mujer de la alta sociedad, Lady Florence Dixie. Con anuncios reclutaron a mujeres que quisieran jugar a fútbol y 30 valientes se presentaron a la cita para entrenar dos veces por semana bajo la tutela de un jugador de los Tottenham Hotspur, Bil Julian.
Para ese primer partido, el British Ladies se dividió en dos escuadras, Norte y Sur de Londres.
Según las crónicas de la época la calidad y el fútbol desplegado no tenía ningún valor, pero qué esperaban de un grupo recién formado, sin experiencia previa en el deporte, luciendo unas faldas-pantalones hasta el tobillo y amplios blusones.
La crónica del periódico de la época “The Sketch” llega a decir incluso que el amplio público que se dio cita no significaba que aprobasen que las mujeres jugasen a fútbol, sino que habían ido “por pura curiosidad”, añadiendo que una vez satisfecha la curiosidad no irían más que decenas a ver un partido femenino.
El partido finalizó con un marcador de 7-1 a favor de las norlondinesas, pero el éxito de público llevó a que comerciantes se convirtieran en organizadores de partidos femeninos como un espectáculo de exhibición, más que como un evento deportivo.
Pero este comienzo permitió que otras mujeres se fueran sumando al fútbol. Fue especialmente durante la I Guerra Mundial. Las mujeres fueron reclamadas para ocupar los puestos en las fábricas y muchas se apuntaron a los clubes que empezaban a formarse.
El crecimiento era evidente y su popularidad crecía sin cesar, hasta el punto de llenar el estadio del Everton, el Goodison Park Ground un 26 de diciembre de 1920. La festividad inglesa del “Boxing Day” atrajo a 53.000 personas a las gradas para ver jugar al Dick Kerr’s Ladies contra el St. Helen Ladies.
Las crónicas cuentan que hubo público que se quedó en las puertas sin poder acceder al estadio, lleno para ver un partido femenino cuando la media de espectadores para ver jugar al Everton masculino en la presente temporada 2017/2018 es de 38.761.
El éxito sin precedentes de este partido hizo que los mandatarios del fútbol inglés se revolviesen en sus poltronas. No podían consentir que un grupo de mujeres acaparasen la atención del público y “robasen” la audiencia a los hombres. La reacción no se hizo esperar.
Al año siguiente la Football Association prohibió que las mujeres pudiesen jugar en campos de clubes masculinos, lo que significaba que el fútbol femenino no tendría acceso a estadios con gradas. Al mismo tiempo la FA aseveró que “el juego del fútbol no era adecuado para las mujeres y no debían ser animadas a practicarlo”. ¿Os suena?
La prohibición se mantuvo hasta 1971, medio siglo después, tras la creación de la Women’s Football Association.
Recurriendo a la historia podemos ver las barreras a las que nos hemos enfrentado y nos seguimos enfrentando. No dejemos de luchar por nuestros derechos. Sigamos reclamando nuestro espacio e impidamos que nos vuelvan a relegar.
Cristina Gallo
Periodista.
[…] su portal, describe según una investigación realizada por Cristina Gallo en la forma que se midieron las […]
lo siento, pero la pregunta llegó cortada.