IA, IA, IA. Inteligencia Artificial. Una carrera que acaba de comenzar y donde las mujeres debemos tomar posiciones.
Ya hemos visto que los algoritmos tienen una grave carencia de perspectiva de género. Nos está costando en el mundo real y no podemos dejar pasar estos inicios para tomar posiciones.
Unos pequeños apuntes para celebrar estos días de febrero la mujer y la ciencia. Estamos muy lejos de tener una perspectiva de género en muchos de los trabajos que se realizan hoy en día. Desde los fármacos, que no recogen datos de investigación con nuestro sesgo, porque las menstruaciones cambian los parámetros y eso les obliga a necesitar más tiempo de investigación. O pasando por los tipos de entrenamientos en los que podemos ser más efectivas teniendo en cuenta nuestros propios procesos.
La historia nos ha borrado de la ciencia a lo largo de los siglos pasados. En las últimas décadas, hemos dado un buen salto, pero nos queda un largo trecho para llegar a esa igualdad tan necesaria.
Es por eso que tenemos que tomar posiciones de salida en los nuevos aprendizajes que tenemos que darle a los algoritmos que intervienen en la IA. Hay que entrenarles para que la perspectiva de género esté implícita. No sólo en el lenguaje, sino también en las diferentes habilidades para el procesamiento de datos.
Les contaré un secreto a voces. La inteligencia artificial no es inteligente. No tiene sentimientos ni sabe nada que no se le pida. Se dedica a procesar datos de una manera que a nosotros como humanos nos costaría demasiado tiempo y energía. Pero en esa búsqueda de datos, necesita aprender, tener sesgos que le permita discernir. Por eso hay que entrenarla. Por eso necesitamos mujeres que pongan esos aprendizajes en el algoritmo. Son pocas, pero necesitamos más.
Dentro de la AMDP somos algunas que estamos fascinadas con estas nuevas tecnologías y cómo aplicarlas al deporte y el campo es infinito. Desde las mejoras del rendimiento deportivo a todo lo que nos podamos imaginar. Datos para procesar, en el deporte, los hay a millones.
Es por esto que hemos hecho una búsqueda de empresas que nos generen confianza y que nos ayuden a trasladar problemas para encontrar soluciones más efectivas en el ámbito deportivo. De momento hemos empezado con dos proyectos que hemos presentado a algunas federaciones nacionales.
Uno de ellos, para ayudarnos a detectar problemas de salud mental y otro para determinar con más premura cualquier tema de acoso o violencia tanto en clubes como en competiciones.
Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI) exige a las entidades deportivas poner todos los medios para evitar riesgos: Certificado negativo delitos sexuales, Protocolo de actuación, Código de conducta, Nombramiento de un responsable de protección infancia…
No se debe olvidar que, según el artículo 31 bis del Código penal, las entidades deportivas pueden ser responsables civiles por la comisión de delitos. Así pues, desde la entrada en vigor de la LOPIVI, la fiscalía y las acusaciones particulares pueden realizar reclamaciones en este sentido. Las entidades deportivas solo podrán eludir esta responsabilidad si adoptan las medidas oportunas para prevenir o reducir el riesgo de comisión de estos delitos. Contar con un sistema que vigile y controle posibles situaciones de riesgo es garantía de cumplimiento de la ley por parte de las federaciones y entidades deportivas.
A través de las encuestas realizadas por personal experto ya sea de la federación o de la entidad deportiva, se realiza lo que se llama una minería de datos que nos da una información más precisa del entorno que estamos investigando. Aquí tienes los ejemplos.
–DETECCIÓN DE SITUACIONES DE ACOSO/VIOLENCIA
- Documentos estandarizados para documentar reclamaciones, denuncias o solicitudes específicas vinculadas con aspectos de género. Obtención de la información que permita descubrir patrones y pautas de modo que se puedan establecer estrategias y protocolos para evitar las situaciones y conductas denunciadas de modo que se trabaje activamente para satisfacer los requisitos establecidos por la legislación en vigor.
El resultado son informes automatizados que serán los que permitirán a las psicólogas, juristas y expertas en deporte implementar las estrategias para la entidad deportiva, con la información sistematizada de las situaciones detectadas, el entorno temporal y/o espacial en que se producen las situaciones de riesgo, perfil de los acosadores/acosadas, etc. Con esta información se pueden detectar patrones de acoso o violencia que permitan a la federación o entidad deportiva poner en marcha los protocolos para poder atajarlas.
– IA APLICADA A LA SALUD Y BIENESTAR MENTAL
- La identificación de emociones y sentimientos presentes en las respuestas de una encuesta, de modo que se obtengan porcentajes de la presencia de palabras vinculadas con las emociones en cada texto individual y para diferentes agregaciones del conjunto, de modo que se puedan establecer perfiles vinculados con los sentimientos y emociones. En este caso los datos a mostrar serán los porcentajes cuantitativos de emociones básicas, la entropía de las distribuciones estadísticas y las diferentes correlaciones o relaciones con otros parámetros.
Esto permitirá analizar la evolución en el tiempo del sentir del conjunto de deportistas o de diferentes perfiles sobre los que la entidad deportiva y su equipo de expertas decidan prestar especial atención. Por ejemplo. Hay una competición a nivel nacional y necesitamos saber el grado de estrés que tiene cada participante del equipo. Con esta herramienta se podrá determinar qué o quien tiene una capacidad menor para la gestión del estrés, y poder trabajarla para el bien de la competición.
Estos son dos ejemplos y las posibilidades son casi infinitas. Sabemos que muchas entidades deportivas andan precarizadas en personal. El uso de la IA nos ayuda a poder gestionar nuestra entidad deportiva, desde la mejora del rendimiento, la detección de casos de abuso y violencias, la mejora del estrés en competiciones… La IA está aquí. Y entra en competición.
Ya tenemos dispositivos como relojes o anillos que pueden darnos datos inmediatos para mejorar nuestro entrenamiento y conseguir mejores resultados deportivos. La IA está presente en las competiciones pero tiene mucho más que ofrecernos. Por eso debemos diseñamos programas que nos ayuden a agilizar procesos o nos ayuden a detectar problemas con sesgos. Esto es solo el principio.
Nosotras debemos estar en la carrera, aportando sesgo y no dejando que los algoritmos carezcan de ellos. En un mundo deportivo dominado por los hombres, todas las tecnologías apuntan a su desarrollo para conseguir mejores resultados… para ellos. La carrera de la ciencia de datos debe ser nuestra también y debemos aplicarla más allá del éxito deportivo. Debe ayudarnos a mejorar como sociedad más allá de la alta competición, que también. Pero debe ser clave en el desarrollo de la cotidianidad de la práctica deportiva, en todas las entidades y con las mejores garantías de poder desarrollarse. No podemos dejar que el acceso a la tecnología de los grandes vuelva a lastrar a las entidades pequeñas. Ni que las inversiones sean sólo para las que puedan pagarlas. La tecnología de la IA democratiza muchos procesos.
Vamos a aprovecharla. Y vamos a hacerlo con una perspectiva que no se olvide a las mujeres. Crean en la ciencia. Apuesten por ella y seamos plenamente partícipes del cambio.