Escuchaba el otro día al ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, hablar en la Presidencia de la Unión Europea, diciendo que SeAcabo. Que las mujeres tendremos igualdad en el deporte. Acciones, no palabras señor ministro. Hemos estado peleando muchos años para ver que la actual ley del deporte no nos lleva a esa igualdad que tanto promulga. Así, que esta mañana, después de la resaca de la dimisión de Rubiales, nos hemos puesto a escribirle estas palabras, para que las tenga muy en cuenta. En esta Asociación para mujeres en el deporte profesional, llevamos desde que nacimos denunciando ante un CDS, que ha sido la puerta de contención donde nada pasa. No sólo estamos hablando de deportistas. También de gestoras, fisios, entrenadoras que nunca son convocadas, mujeres con grandes puestos de vocales en las juntas directivas, y sin sueldos comparables a los señores que luego entran a formar parte de la plantilla. Seguro que la Ministra de Trabajo se mostrará muy sorprendida si empieza a pedir nóminas y salarios y dietas en las federaciones. ¿Qué tal un estatuto para el deporte?
Llevamos 33 años esperando una ley del deporte que nos pusiera en valor, que nos respetara y que garantizara nuestro lugar ganado por méritos propios contra todos y cada uno de los impedimentos que todas las mujeres se encuentran en la práctica de deporte federado un día sí y otro también.
Sin embargo, nos encontramos con una ley poco ambiciosa, pobre, hecha sin ganas, para salir del paso y continuista que sigue apuntalando el poder corruptelar de los organismos que gestionan las federaciones, al frente de las cuales, al seguir sin limitación de mandatos, se perpetúan personajes tóxicos no sólo para el deporte, sino también para la sociedad, cuyos objetivos distan mucho de perseguir el desarrollo de la óptima práctica deportiva, estando más interesados en su sillón, sus sueldos y por extensión los de sus amigos, familiares y cohorte en general. Allá por el 92 hubo un decreto de otro socialista, Felipe González, que limitaba los mandatos a dos años. Claro, esto se ha perdido en diferentes intereses.
Le recuerdo, aunque usted ya lo sabrá, que las federaciones son entes privados sin ánimo de lucro. Repartir los beneficios para hacer crecer el deporte y no las nóminas o las desviaciones de presupuesto a capítulo de varios de muchas federaciones.
33 años sufriendo unos procesos electorales sin transparencia, en los que la Junta Electoral que debe velar por el correcto desarrollo de las votaciones y garantizar la limpieza de las mismas, está designada precisamente por el Presidente que se postula a renovar el mandato y por lo tanto formada por sus miembros más afines, o lo que es lo mismo, una Junta corrupta.
Unas elecciones en las que los censos se confeccionan a medida para que no haya opción de votar otra cosa que los candidatos impuestos a dedo y en el que el voto por correo llega en bolsas de supermercado, ante la pasividad de un TAD que nunca hizo nada. Ese organismo que tanto daño ha hecho y que hasta el nombre tiene falso. Le recuerdo, aunque usted ya lo sabrá, que el TAD no es un tribunal que resuelve y crea jurisprudencia, porque no está formado por jueces y juezas independientes. El TAD que tenemos está formado por letradas y abogados, expertos en derecho deportivo, SON ASESORES JURIDICOS del CSD y dictaminan, pero carecen de fuerza de ley. Seguro que conoce al ministro de Justicia, para que le explique la chapuza que es el TAD, y cómo hacer un órgano efectivo e independiente.
Volviendo a las elecciones en las que las federaciones territoriales, deudoras de la federación nacional, controlan votos y candidatos, de manera que una y otra vez salen elegidos los mismos. Esos que cuando se piden cambios dicen que llevan más de 40 años en el deporte y que por ello son los únicos capacitados para seguir gestionándolo, con las mismas leyes, eso sí, que cuando empezaron, a saber: preconstitucionales.
Todo este tiempo sin un organismo superior que velara por la introducción en los cuerpos normativos federativos de las nuevas leyes que van rigiendo la sociedad como la Ley de Igualdad, Ley de Transparencia, Convenio de Estambul, La Declaración de Brighton Más Helsinki del 2014 sobre la Mujer y el Deporte, etc. El deporte se ha ido enquistando en dinámicas antidemocráticas hasta llegar al vergonzoso, opaco, clientelar y machista sistema que sufrimos ahora. Son muchos convenios firmados por este gobierno y los anteriores. Estoy segura de que hay buenas profesionales en el ministerio de Igualdad que le puede asesorar para implementarlo.
También debe tener los órganos de Gobierno como es su ministerio, un mayor poder de control sobre el gasto del dinero público de las federaciones, en el que hasta ahora las auditorías eran tan laxas que se ha permitido que ese dinero acabe en cualquier sitio, menos en promocionar al deporte femenino. Incluso en casos en que una auditoría externa declaraba que no podría firmar lo auditado por carecer de todos los datos necesarios, ante la negativa de la federación a entregarlos, todo acababa incomprensiblemente siendo aprobado.
De un tiempo a esta parte, en un intento zafio de incorporar mujeres a puestos de dirección de las federaciones, para poder seguir recibiendo las subvenciones del CSD, todo hay que decirlo, provenientes de un dinero público que pagan todos, pero también todas, han aparecido vocales femeninas por todas partes, con voz, sí, pero sin voto, sin poder de decisión, sin poder de gestión. Mujeres florero que pueden engañar a la hora de hacer una foto, pero que ninguna mujer que practica deporte federativo se cree.
Ahora es el momento definitivo para el deporte femenino en particular y el deporte en general. La ley puede mejorarse y completarse con unos reglamentos que regulen el deporte del siglo XXI.
También podría aprovecharse para que TODAS las federaciones reescriban sus estatutos y los actualicen al momento presente. No que los vuelva a parchear para que parezca que cambien y sin embargo todo siga igual.
Deben elaborarse estatutos nuevos, que luego sean aprobados por el CSD, quien deberá aprobarlos solo si realmente se ajustan a las nuevas leyes y no como un mero trámite sin entrar en el fondo de su articulado.
Y por supuesto, se debe ser más exigentes con el régimen sancionador. Establecer un sistema ágil para las y los deportistas, gestoras, árbitras, entrenadoras… en el que puedan denunciar y que estas denuncias se tramiten en un periodo corto de tiempo por un órgano independiente, no puesto a dedo por los denunciados como venía ocurriendo hasta ahora.
Si bien es cierto que en la nueva ley el TAD está condenado a su extinción, no se ha previsto un mecanismo que pueda garantizar el cumplimiento de las leyes, salvo la recurrida solución de reenviarlo todo a los tribunales ordinarios quienes carecen de la agilidad que requiere el deporte. Ello es un intento intolerable de la administración de no asumir sus funciones de garante de la legalidad, que no puede permitirse un estado democrático. La administración deportiva debe ser responsable del cumplimiento de la ley en el deporte.
Cabe recordar que la falta de sanciones en criminogénica, es decir, el supuesto criminal, sabiendo que no recaerá sobre él sanción alguna, se ve reforzado y continúa delinquiendo impunemente. Un sistema sin sanciones es un sistema fallido, en el que los que se perpetúan en el poder federativo no dejan de seguir cometiendo una y otra vez las mismas acciones.
También dejar claro que el cumplimiento de la disciplina deportiva no puede suponer en ningún momento y bajo ninguna circunstancia la violación de derechos superiores, garantizados en la Constitución. Por lo tanto, habría que delimitar hasta dónde puede llegar la disciplina deportiva y garantizar el resto de derechos.
Por ello hay que exigir a la Administración (CSD) que vele y garantice el cumplimiento de las leyes y resuelva controversias, evitando que continúe el sistema de dejación de funciones que hasta ahora había aplicado, condenando a las víctimas a denunciar a los tribunales ordinarios a sabiendas que esto supondría el fin de su carrera deportiva, y por lo tanto, forzándolas a desistir de la propia denuncia; a sabiendas de que el sistema tenía graves problemas y no funcionaba. Mucho de The old Boys networking hay aquí.
Si no se dan estos cambios, el único camino será el de tener una federación propia…. Piénselo, señor Iceta. Lo hemos propuesto a todos los grupos parlamentarios durante la redacción de esa nueva ley que nos deja tan cojas.
Federaciones con Presidencias mixtas, con presupuesto, gobernanza, capacidad de gestión en patrocinios e instalaciones. Salir del tutelaje que nos han sometido durante más de 33 años. Y en las grandes, una Federación Propia. Coja usted el presupuesto de mujer y deporte y se lo mete directamente en el general, y a partir de ahí empiece a marcar líneas para repartirlo de una manera mucho más efectiva.
Porque el fiasco federativo que ahora sorprende a la opinión pública es algo que llevamos sufriendo décadas. Y ya puestos, la radio y la televisión públicas, que pagamos la factura a medias, la queremos también. No sólo para el fútbol femenino. Queremos todos los deportes, incluso aquellos que mal llaman minoritarios. Nuestras deportistas son nuestra mejor marca España y para poder profesionalizarse, deben de tener visibilidad para ser atractivas para los patrocinadores. En las retransmisiones, en los espacios informativos, en los programas… Señor Iceta, los domingos de fútbol infinito masculino que tienen que acabar. La RTVE es una factura compartida de las mujeres de este país que hemos estado ajenas en la programación. Pero tenemos que sentirnos representadas en una radio y televisión pública.
Me encanta que tenga UN programa que se llama RTVE igualdad. Ciérrelo. Y lleve la igualdad real a toda la maldita parrilla.
Queremos y necesitamos que sea garante de nuestros derechos como ciudadanas. Queremos acciones, no palabras. Queremos leyes reales que garanticen nuestra igualdad y que nos protejan de los que no la quieren. Estamos cansadas de ser fomentadas, promovidas o cualquier otro aforismo. Queremos que nos garantice la igualdad en todo el deporte.
Estamos a su disposición, por si necesita más ideas. Se Acabó.