«Que en el fútbol se esté normalizando el embarazo es una gran noticia. Sirve de ejemplo para el resto de disciplinas. Pero el gran problema son los deportes más minoritarios. En el ciclismo, por ejemplo, cuando compites para tu país en unos Juegos Olímpicos lo haces sin contrato. No se considera como un trabajo a efectos legales, por lo tanto no hay ningún tipo de obligación con la deportista, está sola», argumenta Pilar Calvo, secretaria general de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional, que defendió a Olaberria en su caso contra la Federación, aún en el limbo. «Gracias si te dan una beca».