El miércoles, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) nos sorprendía con este titular: La RFEF declara competiciones profesionalizadas las oficiales del fútbol femenino y fútbol sala.
Esta noticia ha causado tanto revuelo en redes sociales, que la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) ha tenido que pedir prudencia a la hora de interpretar el comunicado.
Y esto es así porque al parecer la RFEF ha inventado un término que no existe en la normativa deportiva, la “competición profesionalizada”, con una finalidad que aún cuesta de entender.
Para que quede claro: a día de hoy, 11 de junio de 2020, la competición NO es profesional.
Recordemos que la Ley del Deporte 10/1990 sólo distingue entre competiciones profesionales y no profesionales, en virtud del artículo 46 del citado texto. Eso significa que no existen las “competiciones profesionalizadas”, siendo éste un término acuñado por la propia RFEF como simple nomenclatura interna.
De hecho, en los artículos 49 y 50 de los Estatutos RFEF ya se matiza que dicha denominación es “a los meros efectos internos y organizativos federativos”, ya que el Consejo Superior de Deportes (CSD) advirtió a la RFEF que debía reconocer que dicho término era una denominación, y no una calificación normativa. Pero curiosamente en el comunicado que emite en su página web no lo menciona.
La competencia pues, para determinar que una competición sea profesional sigue correspondiendo únicamente al CSD (art. 8 Ley 10/1990), y la referencia a las competiciones profesionalizadas son cosa del anteproyecto de la Ley del Deporte del que hace más de un año que no se sabe nada.
Por lo tanto, el comunicado emitido el día de ayer por la RFEF es simplemente para indicar que han cambiado la denominación de las competiciones indicadas, pero únicamente a nivel interno de la propia Federación, que dejarán de llamarlas “fútbol aficionado”.
Hasta que el CSD no declare la competición como profesional, seguirá sin tener independencia propia y dependerá de la Federación.
Es evidente que el fútbol femenino está en pleno auge, y si este nuevo cambio interno de la federación ayuda a que mejoren las condiciones de las jugadoras, será un cambio más que bienvenido, pero lo que menos necesita este mundo ahora mismo es crear más confusión y, sobre todo, más indefensión para las jugadoras.
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Amanda Gutierrez Dominguez, asesora jurídica en derecho deportivo femenino.
Twitter: @amanda91g