Muchas propuestas, ideas y protocolos corren estos días para tratar de salir de esta crisis vírica que tenemos en el planeta. Volver a reactivar la economía y hacer equilibrios para que no volvamos a caer en un contagio que sature nuestro sistema sanitario. Hay mucha preocupación desde todas las áreas y el deporte no iba a ser menos. Pero lo que hemos visto, leído, comentado y presentado a diferentes mesas de trabajo donde la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional está presente, es que la batalla por la igualdad, nadie la está dando.
Desde los clubes, los centros de entrenamiento, las federaciones, los comercios deportivos…, la voz de las mujeres no existe. Hemos perdido un punto de inflexión precioso para poder poner sobre la agenda del desconfinamiento la ley que nos iguala. Ya hemos visto que el CSD metió en una larga y fructuosa reunión a los dos señores del fútbol, que quieren empezar a poner la máquina de hacer dinero en marcha a la mayor brevedad posible. Hemos subido, de un 1 a un 2% el dinero que caerá escasamente entre el fútbol femenino y el resto de categorías inferiores. Que no dará para profesionalizar a las mujeres ni en cinco años.
Pero no les hemos visto hablar de un reparto de la emisión para que las mujeres puedan optar a ganarse sus dineros a través de los patrocinios. Al menos, y sigo insistiendo, es una decisión política dejar que la radio y televisión pública recuperen el liderazgo deportivo y muestren a la sociedad toda la pluralidad de deportistas y disciplinas que pueden practicar.
No hemos leído nada sobre las loterías y apuestas del estado, que se abran al femenino para que puedan dejar de depender del fútbol patriarcal. Ni una línea. Ni que el resto de los deportes, puedan asaltar la parrilla de informativos, para que en vez de minoritarios se consideren deseables para su práctica y poder mover a esta sociedad a una vida más saludable y repleta de valores como el trabajo en equipo.
Hay líneas sanitarias que chocan con la realidad deportiva. No veo yo una maratón con mascarilla ni un campeonato de cualquiera de los deportes de contacto donde la asepsia pueda ser garantizada.
El CSD ha incorporado a sus filas a la plataforma de deportistas. Donde sólo se incluyen a ellos mismos y no dejan entrar a nadie más. Seguiremos pidiendo los estatutos para que el resto de asociaciones deportivas puedan entrar y empezar a ser democráticos y plurales.
Las mujeres estábamos viviendo un momento de gloria antes del Covid- 19. Se hablaba de nosotras y de la imperiosa necesidad de acabar con la discriminación que arrastramos durante la historia. Teníamos un convenio de mínimos celebrado por todo lo alto, llenamos un estadio y salíamos en los medios. Todo se ha venido abajo. En vez de entender que sería un momento maravilloso para la reconstrucción de un marco deportivo igualitario y apostar por quienes han estado más desfavorecidas, lo que se está viendo es una lucha por la increíble cantidad de dinero que mueve el espectáculo masculino. Nosotras, o nos ponemos firmes, o nadie hablará de la necesaria igualdad en este proceso de volver a una normalidad que, de momento, no va a existir.
Artículo publicado por el Correo.