Gracias por acompañarnos cada día. Gracias por llenar pabellones y metas llenas de barro. Por estar en esas gradas de cada cancha vibrando y emocionándonos. Gracias por ir a más y llenar el Wanda. Gracias por estar y aplaudir. Esperamos veros cada fin de semana, como siempre en cada una de las competiciones que tenemos en el territorio. Los campeonatos de España y del mundo que llegan, con suerte, a las ciudades y nos dejan disfrutar y aprender que tenemos una lista importante de mujeres deportistas. O los premios pequeñitos de esas competiciones donde nosotras no tenemos ni un euro. Gracias, afición del deporte femenino.
Gracias también a las horas que dedicáis a seguirnos en las redes sociales y en los medios de comunicación. Claro que a veces salimos. Poco, pero lo vamos haciendo. Tenemos torneos de todas las disciplinas en los medios de comunicación. De momento, un 5%, pero algunas ya se van sensibilizando y están dando algunas horas más. El masculino, sigue en el 95%. ¿Qué más da que tengamos que pagar la tele pública a medias sólo para ver fútbol masculino? Yo se que tira mucho. Pero me resulta chocante que le regalemos unos 300 millones en publicidad gratuita de nuestros impuestos.
Claro que es un cálculo así por encima, pero al precio que está el minuto en la radio y televisión pública, pues más o menos… o diría que alguno más. Eso para que digan que no generamos lo mismo. Yo creo que, si tuviéramos esa campaña de publicidad gratuita, también generaríamos más. Porque de eso se trata, de generar para ganar. Y no sólo en los partidos o en las competiciones. En la remuneración y en derechos.
Siempre hay una medalla de oro, pero hay muchos equipos y deportistas que empujan para conseguirla. Y a nosotras, también nos gusta ganar. Medallas y dinero. Por eso del vamos a poder tener una remuneración por la dedicación que tenemos. Eso que llaman trabajo y ser profesionales y que sigue estando en un horizonte muy lejano.
Es curioso, que hablemos de los valores del deporte. Del compañerismo que hay. Pero cuando es para hacer un reparto equitativo, no vemos mucho interés por parte que quienes son los reyes de la montaña mediática. Es curioso el poder. Tiene que serlo, porque a quien llega le cuesta soltarlo.
Así que andamos dando vueltas a la cabeza a ver como podemos hacernos con la mitad del espacio deportivo. Con la mitad del dinero que sale de las arcas del estado, para poder vivir de ello. Y nos ponemos con el mapa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que nos gusta porque es para todo el planeta. ¡Ahí es nada!
Vamos a empezar por atrás. Por el ODS 17 y sigamos escalando posiciones. Alianzas. Interesante. Relaciones entre empresas, gobiernos y ciudadanía basadas en confianza y estímulo para el crecimiento mutuo sostenible. ¿Dónde estáis patrocinadores? ¿Dónde estamos para poner esos lazos a trabajar? ¿Dónde las instituciones para que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres sea una realidad?
El talento lo tenemos, las medallas incluso más que ellos con menos y la afición, pues parece que también, que nos sigue y llenamos. Entonces, ¿qué nos falta en esta ecuación?
Será el ODS 16, Paz e Instituciones sólidas y libres de corrupción. Leyes tenemos, como la ley de igualdad que, si la pones encima de la ley del deporte y le untas el estatuto de los trabajadores, te queda algo muy apañado para poder exigir que los convenios laborales, si te sirven a ti, deportista masculino, me sirvan a mí deportista femenina.
Y así, con todo. Y con todos. Porque para plantearnos ser una ciudadanía llena de valores, debemos empezar por cuestionar los propios. Tenemos cambio climático, aprender a gestionar los recursos como el agua y dejar de contaminar y proteger los ecosistemas terrestres y marítimos. Tenemos que aprender a consumir de una manera responsable y pensar en esas ciudades que diseñamos para vivir, que sean para todas las personas. Reduciendo las desigualdades y teniendo la mejor eficiencia real en las industrias que nos darán un trabajo decente y económico. Todo, con una energía asequible. Porque teniendo el sol, las luces que nos iluminan nos cuestan tanto, que no podemos permitírnoslas.
Así que, empecemos por buscar esa calidad en cada una de las cosas que aprendemos, para que el bienestar y la salud de este planeta, sea compartida. Que nadie pase hambre y así acabaremos con la pobreza. La de espíritu y la económica.
Por eso, gracias afición. Por ser parte de esta aventura deportiva. Por seguirnos y exigirnos.
Nos vemos en las pistas y en las metas. Y en cada entrenamiento. Y en todas y cada una de las horas que compartimos.
Ahora, a pelear por nuestro dinero y nuestros derechos con la misma intensidad que por la medalla. Aprendamos a querernos y a salir a por ellos.
La foto de portada es de parte de la AMDP. Gloria y Tiaré. Madre e hija en el Wanda Metropolitano. Tiaré es jugadora del TACÓN.