Necesitamos quita maquillajes con urgencia. Mañana es un día en el calendario donde las mujeres que aman a mujeres puedan terminar de salir de los armarios para siempre. La Visibilidad de la mujer en el deporte si eres lesbiana, ha sido hasta hace pocos años un tema tabú. Tenemos muchos casos de mujeres que se han casado con sus compañeras de vestuario o sus contrincantes en el tatami.
Desde la AMDP, y desde nuestro ADN estatutario, la libertad para ejercer la libertad sexual es una de las premisas de las luchas que venimos ejerciendo. No podemos dejar a nadie detrás ni dentro de ningún armario. Seguimos trabajando para que todas la mujeres podamos tener los mismo derechos, eso que dibujan las teóricas de las cuartas olas feministas y que viene siendo un empuje desde las jóvenes que empiezan a vivir la sexualidad con una libertad que disfrutamos muchas y que otras han tenido que reprimir.
Siguiendo la senda de la construcción y las alianzas, nos hemos puesto con las mujeres de LesWorking a buscar nuevas maneras de visibilizar a la mujer lesbiana en el deporte. Para aquellas que no las conozcáis, son una red de mujeres lesbianas empoderadas que buscan hacer crecer una red de trabajo y conocimiento dentro de todos los ámbitos profesionales. Y claro, el deporte no podía ser menos.
Patrocinan orgullosas un equipo de fútbol donde mujeres lesbianas abren un espacio al deporte y a la convivencia donde las sexualidades se viven abierta y libremente. #METOO ha sido un movimiento que ha levantado muchos resortes en el mundo femenino, y por fin, una inmensa marea internacional impregna una complicidad para empujar desde todas las sexualidades. Las mujeres lesbianas tienen algunas grandes referentes en el deporte, que han salido del armario antes o después de sus carreras deportivas, pero todas ellas han sufrido una doble discriminación.
Queremos apostar por reclamar esos espacios y esas mujeres referentes, como aparecen ya abiertamente en algunos medios. Desde las jóvenes a las veteranas. Según Wikipedia, apenas medio centenar de ellas han salido del armario.
Les hemos pedido a las chicas de este equipo A-LesWorking que nos cuenten quiénes son, cómo celebran y cómo se juega la sexualidad en el fútbol.
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EL EQUIPO A-LESWORKING. UNA EXPERIENCIA SOBRE LA VISIBILIDAD.
Imagina que puedes hacer todas las semanas de tu vida eso que tanto te gusta desde pequeña y que, además, puedes hacerlo junto con tus amigas. Sólo por diversión. Sin rendir cuentas a nadie ni tener que dar explicaciones. Eso es lo que hace el Equipo A-Lesworking en la Liga Fulanita de Madrid Río desde hace más de 8 años.
Nos reímos, nos entusiasmos, aprendemos, corremos, jugamos y, luego, nos tomamos unas cañas. Muchas veces junto con las chicas del equipo contrario, que siempre son colegas más que rivales. Nos encanta. Y nos gusta porque podemos ser tal y como somos: cada una con su personalidad aporta algo al resto y juntas formamos precisamente lo más importante de todo: un equipo.
Gracias a espacios como los que permiten Fulanita de Tal o Lesworking las cosas mejoran para todas, y es un camino necesario que, en definitiva, todas ayudamos a empedrar. Cada acción o pequeño gesto es importante para que otras chicas se sientan acogidas y respaldadas, no sólo para jugar al fútbol o realizar cualquier otro deporte, sino para vivir orgullosas y felices de lo que son. Este nivel de integración que hacen dichas entidades se puede realizar también a otros niveles, y es esto lo que representa la esencia de nuestro equipo: la idea de que toda chica tiene cabida porque es bienvenida, sin importar el nivel de juego, su identidad o sexualidad.
El Equip A-LW nace de la sola intención de un grupo de amigas de pasarlo bien jugando al fútbol los domingos, como hacen decenas de agrupaciones y como has visto que lo hacían tus hermanos y amigos durante años. De pronto te unes a una liguilla de la que alguien te ha hablado alguna vez y te encuentras que hay otros veinte equipos con veinte chicas cada uno. Y eso te lleva a conocer más y más mujeres que tienen los mismos gustos o aspiraciones que tú. Y hay muchos más equipos y ligas femeninas no federadas a lo largo de los barrios madrileños. También hay árbitras, entrenadoras y organizadoras de dichas ligas. Hay todo un mundo del que tú también puedes formar parte y divertirte en él.
Por otro lado, algunas de las integrantes del Equipo A-LW nos involucramos de manera voluntaria y con consciencia en diferentes actividades, participando en eventos de Lesworking o en manifestaciones feministas y lésbicas, como en el día de la mujer trabajadora, el día contra la violencia machista o el día del orgullo gay. Evidentemente en nuestro equipo hay mujeres lesbianas, heterosexuales, feministas, no feministas, con más o menos implicación, etc., pero, como mujeres jóvenes que somos, es una ecuación lógica que tus demandas coincidan con las de otras de tu mismo grupo, y tu vida personal se extrapole a la del equipo, de manera que encuentras un círculo de comprensión y unión en el que te puedes sentir arropada.
Este año, además, el Equipo A-LW ha sido invitado a participar en dos eventos deportivos importantes: por un lado, un torneo de fútbol sala por la diversidad sexual y de identidad organizado por la Policía Local de Madrid, Fulanita de Tal, y LW, entre otras entidades, en la capital madrileña; y, por otro, un campeonato internacional de fútbol 7 en Brasil.
Ambas experiencias han sido increíbles y gratificantes pero, ha resultado curioso cómo, mientras en el torneo de Madrid los equipos de mujeres brillaban casi por su ausencia, en el de Brasil han tenido una participación apabullante, tanto en el terreno de juego como en las gradas, donde la mayoría de público era femenino. Nos ha sorprendido cómo en Madrid nuestro equipo era el único formado íntegramente por mujeres, muchas de las cuales somos lesbianas, y el resto de equipos eran masculinos o mixtos, pero con mayoría de hombres. Esto vuelve a constatar cómo las mujeres solemos quedar atrás en el camino de los resultados tras las reivindicaciones, por lo que aún queda mucho por hacer, y todo pasa por la involucración y la visibilidad. Aunque también nos emociona que cada vez hay más ocasiones para ver en directo y en estadios de primera categoría partidos femeninos de la Liga Iberdrola.
Si de Madrid nos ha sorprendido una cierta invisibilidad de las mujeres y de las lesbianas en el fútbol, Brasil nos ha regalado una experiencia maravillosa que invita también al optimismo. Hemos conocido y estrechado lazos con otros equipos femeninos que también se encuentran en similares situaciones. Se trata de una gestión de integración, en un área sin muchos medios, a través de una escuela de fútbol femenino, de manera que las chicas de la zona de Camaçari tengan la oportunidad de realizar aquello que les gusta en un ambiente de cuidado y de relación con otras mujeres en su misma situación. Nos recibieron de una manera fantástica y siempre hubo una atmósfera de alegría y de cariño que nos acompañó durante toda la semana. Además, vivían su sexualidad de una manera abierta y normalizada. Al final te das cuenta que, por mucha distancia física que haya, el contexto es bien parecido, y la sororidad entre mujeres y, aún más, entre mujeres lesbianas, es fundamental para una lucha continua que hay que vivir con alegría y con la sensación de que quizá,
un gol importa para tu equipo, pero todos juntos son los que ganan el partido de la visibilidad y el empoderamiento de las mujeres en el deporte.
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